MODALIDAD EPJA: «EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN NO LA HA PUESTO EN EL SITIAL QUE SE MERECE»

En Chile, alrededor de 5 millones de personas mayores de 15 años no tienen escolaridad completa y cerca de 500 mil no saben leer y escribir o tienen muy baja escolaridad; cifras que se traducen en mayor desigualdad social, marginalización, precarización laboral y pobreza. Realidad que para el Colegio de Profesoras y Profesores de Chile se puede revertir siempre y cuando el Estado, a través del Ministerio de Educación, fomente, reconozca y valore la Modalidad de Educación de Personas Jóvenes y Adultas, EPJA.

«Esta modalidad cumple un rol esencialmente educativo, social y humano porque se adecúa a las problemáticas que están pasando sus propios estudiantes, es decir: en las escuelas nocturnas, a las situaciones laborales o económicas de estos adultos que no han podido terminar sus estudios; en las escuelas hospitales, a los difíciles procesos médicos que están viviendo las niñas, niños y adolescentes internados; y en las escuelas cárceles, a las aspiraciones de reinserción social. En conclusión, es una gran labor que amerita tener mayor apoyo y visibilización pues además le hace frente a una tremenda crisis social», afirmó Carlos Ojeda Murillo, dirigente nacional encargado del Departamento de Educación del Magisterio.

Gremio que demanda mayores niveles de compromiso financiero y presupuestario pues ya en el año 2016 el «Estudio de caracterización, percepción y expectativas de la población que asiste a establecimientos educativos para personas jóvenes y adultas», del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, daba cuenta que en Chile una de las principales amenazas para esta modalidad de enseñanza está dada por las dificultades para contar y disponer de recursos y fuentes de financiamiento estables que permitan el desarrollo de áreas de trabajo estratégicos como infraestructura, equipamiento y trabajo docente.

Según cifras oficiales, el presupuesto destinado a la EPJA aumentó solo un 4% de 2012 a 2016, no obstante, en términos proporcionales, la participación del Programa en el presupuesto del Ministerio de Educación se redujo en un 26% para el mismo periodo (Ministerio de Educación, 2016). Tendencia que se ha mantenido en el tiempo y que para el Magisterio refleja una vez más que son los pobres dentro de los pobres de la educación los están siendo constantemente invisibilizados por el Estado y en consecuencia siguen estando destinados a la marginalidad.

Para saber más sobre el «Estudio de caracterización, percepción y expectativas de la población que asiste a establecimientos educativos para personas jóvenes y adultas», del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, entra AQUÍ

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