“EL MOVIMIENTO ESCUELAS ABIERTAS Y SUS DEMANDAS REPRESENTAN A UNA MINORÍA”

En su afán de que las clases vuelvan a ser obligatoriamente presenciales, el Movimiento Escuelas Abiertas emplaza a la Defensoría de la Niñez, al Ministerio de Salud y al Ministerio de Educación para que se elimine el protocolo Covid-19 de aforos limitados en las aulas. Así lo consigno hoy una nota de El Mercurio, información que encendió de inmediato la alarma de alerta en el Colegio de Profesoras y Profesores de Chile.

Es que si bien desde el inicio de la pandemia el Magisterio consignó que el retorno seguro a clases presenciales se podría efectuar en Fase 4, dicha presencialidad debería estar sujeta a una serie de protocolos, entre ellos, el aforo en sala de clases. Cuestión que para el presidente nacional del Magisterio, Carlos Díaz Marchant, no se puede soslayar pues en la mayoría de los colegios públicos no están las condiciones estructurales para tener un ambiente propicio para que las y los estudiantes puedan estar exentos de riesgos de contagios de Covid-19.

Como se consigna en la nota, la cofundadora del Movimiento Escuelas Abiertas, María Teresa Romero, considera que: “Los daños que se han producido y se seguirán produciendo si no se hace algo serían gravísimos. El no asistir todos los días a las escuelas desincentiva el interés por aprender y puede traer como consecuencia la deserción escolar. No estamos porque se acaben todas las medidas de cuidado y prevención. Debemos seguir con el uso de ventilación, mascarillas y lavado de manos, pero tendremos que seguir conviviendo con la pandemia. Esto está teniendo y tendrá por mucho tiempo efectos gravísimos, y los aforos en las escuelas no permiten una real presencialidad”.

Sin embargo, el Magisterio cuestiona la realidad a la que Romero hace alusión, pues desde abril de este año el Gremio ha estado recibiendo denuncias de padres, apoderados y docentes de las deficientes condiciones estructurales en las que se encuentran los colegios públicos. “El Movimiento Escuelas Abiertas está fundado por apoderados de un nivel socio-económico que representan solo la realidad de una minoría, la más acomodada del país por cierto. Para la otra gran mayoría la realidad es muy distintas, los apoderados llevan a sus hijos a escuelas con ventanas rotas, techos en mal estado y con condiciones sanitarias precarias, pues apenas les alcanza para el cloro. Ese es Chile, entonces ¿de qué estamos hablando? La única forma de resguardar la vida y la salud de las comunidades educativas es seguir estrictamente los protocolos más aún cuando actualmente hay un aumento de contagio y de propagación de la variante Delta”, agregó Carlos Díaz Marchant.

AQUÍ NOTA SOBRE LAS PRECARIAS CONDICIONES DE LAS ESCUELAS PÚBLICAS EN PLENA PANDEMIA