EDUCACIÓN EN PANDEMIA: UNA VISIÓN DESDE LA RURALIDAD

Desde que comenzó la pandemia los docentes del país han tenido que enfrentarse a una serie de dificultades para seguir con sus procesos de enseñanza y llegar con los contenidos a todos sus alumnos. Situación que se ha hecho aún más compleja para aquellos que educan en sectores rurales donde el acceso a internet y a computadores son limitados. Este es el caso de la comunidad educativa de la comuna de Ñiquén que desde el año 2020 han puesto a prueba su fuerza de voluntad para salir adelante.

El profesor de Educación General Básica, Jorge Patricio Carrasco, le dedicó 43 años de su vida a la enseñanza en la comuna de Ñiquén, donde el 98% de sus habitantes viven en sectores rurales. Para él la situación que se vivió en su localidad no fue diferente a lo que ocurrió en otras del país: «las profesoras y profesores tuvieron que poner toda su creatividad, esfuerzos y recursos propios para poder llegar con el contenido a sus alumnos y alumnas, por ejemplo teniendo que recurrir a redes de apoyos entre los propios vecinos para hacerle llegar las guías a los alumnos que no contaban con la infraestructura digital para acceder a la información». Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, cuestión que comparte con los demás docentes de la comuna, con la pandemia la brecha de la desigualdad se aumentó entre los estudiantes pues solo un porcentaje podía acceder a la retroalimentación inmediata por parte del docente disminuyendo así los niveles de aprendizaje significativos.

Desde el Colegio de Profesoras y Profesoras de Chile, su presidente, Carlos Díaz Marchant, advierte que “la pandemia vino a demostrar la desigualdad que existe en Chile, donde los estudiantes y sus familias no tienen la posibilidad de acceder a los elementos esenciales como la conexión a internet y computador y eso va en desmedro de los niños que están estudiando. A partir de las conversaciones que hemos tenido con los colegas, cerca del 50% de los niños no tuvo cobertura y fueron los profesores los que en esos casos llegaron de diferentes formas para suplir sus carencias”. Ante tales antecedentes, se hace difícil considerar que los esfuerzos del Gobierno para mitigar al máximo los efectos negativos que ha tenido la pandemia en educación han sido los suficientes, agregó el presidente del Magisterio.

Desde Ñiquén la crítica apunta al Mineduc que hasta ahora no ha escuchado a las comunidades educativas, a las familias y a los estudiantes para así saber de primera fuente cuáles son las necesidades particulares de cada comunidad. Sin este acercamiento «los docentes nos hemos visto sobre exigidos y agobiados por un sin número de quehaceres, lo que ha afectado no tan solo nuestra salud mental sino que también nuestros resultados académicos» expresa una profesora. De hecho el profesor Jorge Carrasco considera que a un mes de marzo «el foco está puesto en el regreso o no a clases presenciales, cuando estamos en un segundo re brote de la pandemia, con localidades en cuarentena total. Es decir, hoy deberíamos estar preocupados de garantizar el derecho a la educación a todos los niños, niñas y jóvenes a lo largo del país, garantizando el acceso a internet y computadores para que hacer valer ese derecho».

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